¿Sabías que las semillas de manzana (entre otras frutas) pueden ser venenosas?

Esto se debe a que la parte blanca de las semillas contiene cantidades muy pequeñas de cianuro, un veneno que impide a las células respirar y por lo tanto produce la asfixia. De todos modos cabe destacar que en cantidades normales es imposible envenenarse ya que se necesitan por lo menos unas 1500 semillas de manzana para que se pudieran sentir los efectos.

Para que presenten un mayor riesgo las semillas de manzana deben ser masticadas ya que de otra manera pasan por el sistema digestivo sin ser asimiladas.

A lo largo de la historia el cianuro ha sido utilizado en numerosas ocasiones para envenenamientos humanos, uno de los más conocidos es el caso de envenenamiento de Grigori Rasputín, el influyente místico ruso al que le sirvieron pasteles y vinos con grandes cantidades de esta sustancia que le causaron la muerte.